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¿QUIÉN MANDA AQUÍ?

Autor (es):

Robert Marcial

Fecha de publicación:

14 de Noviembre de 2023

Descripción:

¿QUIÉN MANDA AQUÍ?
Robert Marcial*
Así se titula un libro publicado por la Editorial “DEBATE” en 2017 que fue coordinado por el ex Presidente del gobierno español Felipe González junto a los politólogos Gerson Damiani y José Fernández – Albertos. El libro referido recoge una serie de artículos de investigación elaborados en el marco de la prestigiosa cátedra “José Bonifacio” de la Universidad de San Pablo. El trabajo aborda y analiza a profundidad los factores que derivaron en la crisis global de la democracia representativa así como los aspectos más complejos que socavan la gobernanza y dinamitan la institucionalidad republicana entre los que se cuentan fenómenos como el populismo, la miseria, la exclusión y el crimen organizado. 
La situación actual que vive el Paraguay en materia de gobernanza bien podría sumar un capítulo más al libro aludido. En efecto, a la luz de los hechos (enfatizo, HECHOS y no simples especulaciones) que se vienen dando en varios frentes, es imperioso y necesario que nos formulemos primero y tratemos de responder después la pregunta ¿Quién manda aquí?
¿Manda verdaderamente el Presidente? ¿Lo hace con eficacia? ¿Proyecta señales de liderazgo autónomo y genuino? ¿Gobiernan los poderes públicos legítimamente constituidos? ¿Impera el Estado de Derecho? ¿Co – gobierna el Poder Judicial o éste es un simple apéndice de los poderes fácticos? ¿Dialogan y coordinan acciones el Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial? ¿Se proyectan desde el Ejecutivo mensajes claros que generen confianza y credibilidad?, etc.  
Si bien un sector importante de la sociedad -no sin razón- ya había asumido que al Presidente Peña le iba resultar imposible poner en práctica una agenda distinta a la del Sr. Cartes, muchas personas (entre las que me incluyo) teníamos la esperanza (en mi caso la sigo teniendo) de que al menos (enfatizo, al menos) en algunos temas prioritarios, el titular formal del Ejecutivo iba ser capaz de desarrollar algunas líneas de acción política útiles para mejorar los indicadores sociales, generar mayor inclusión, fortalecer la institucionalidad democrática, potenciar la imagen del país, atraer capitales de inversión, generar empleo y mejorar la calidad de vida de la gente.
Sin embargo, durante los primeros dos meses de gobierno la agenda política estuvo cargada de temas prioritarios y trascendentes que dejaron en evidencia que el Presidente Peña “reina pero no gobierna”. Y en este tramo, vale preguntar si no gobierna porque no quiere o no gobierna porque no puede.
Quienes confiamos en las cualidades y aptitudes del Presidente Santiago Peña nos sentimos inclinados a creer que no gobierna porque no puede; y no puede, porque su entorno político íntimo decidió hacerle saber de entrada -y para siempre- que poco o nada importan las ideas, las iniciativas, los planes o las buenas intenciones que pueda tener él o que puedan surgir del seno del debate público.
El entorno íntimo del titular formal del Ejecutivo le está haciendo saber día a día y en cada tema trivial o trascendente que el país le pertenece hoy (literalmente) a una facción de poder fáctico que no solo desprecia las conductas y comportamientos funcionales a los valores de la Democracia Constitucional sino que ha resuelto hacer gala y ostentación de arrogancia, prepotencia y soberbia sin que importe que en el camino la sociedad paraguaya tenga que sacrificar los modestos logros alcanzados durante los (casi) 35 años de vida democrática.
Desde la toma del Penal de Tacumbú donde un grupo criminal impuso (enfatizo, IMPUSO) sus condiciones al Poder Ejecutivo doblegando sin esfuerzo al remedo de Ministro que está (que sigue!!!!) al frente de la cartera de Justicia, pasando por la decisión tomada por el Movimiento Honor Colorado de elegir como representante del Senado ante el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados a un pobre diablo incapaz de hilar una frase y que además ni siquiera puede explicar la legitimidad de su supuesto título de abogado, hasta la denuncia de extorsión (enfatizo, EXTORSIÓN) que el propio Presidente Santiago Peña realizó públicamente en televisión, surgen evidencias claras de que el país está siendo manejado por un grupo de poder para quienes poco o nada importan los valores que sostienen al sistema de relacionamiento y de convivencia dado por la Democracia.
Si a ello le sumamos otros desatinos operativos y comunicacionales no menos graves e imputables al titular formal del Ejecutivo como por ejemplo: el silencio cómplice con el que el Presidente avaló la afrenta institucional que representó la designación de un impresentable como representante del Senado ante el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados mostrando así que no le interesa propiciar la independencia del Poder Judicial tan necesaria para atraer inversiones; o, el despropósito que significó el pedido de aumento salarial realizado por el Presidente para congraciarse con los Parlamentarios oficialistas (léase afines a la agenda de los poderes fáctico) que acto seguido lo dejaron en ridículo precisamente con el fin de que quede claro quién manda aquí; o, su decisión de avalar el interés de quienes están forzando la interpretación de la norma para remover de un plumazo al actual representante del Ejecutivo ante el Consejo de la Magistratura; o, inclusive el estruendoso silencio ante la noticia que dio cuenta de que el Paraguay ocupa el cuarto lugar en materia de crimen organizado a nivel mundial, queda más que claro y evidenciado que el actual titular del Poder Ejecutivo, en el mejor de los casos, tal vez reine pero está lejos, muy lejos de gobernar.
¿Puede el Presidente cambiar las cosas? Sería muy ingenuo pensar o pretender que en la coyuntura actual el titular formal del Ejecutivo pueda realizar cambios significativos. En un entorno así, la menor disidencia o la más leve tentativa de ejercitar la crítica no solo le costaría el puesto sino que pondría en riesgo su seguridad.
No obstante ello, ahora que vivió en carne propia que “su” equipo responde a otros intereses y a otro liderazgo a tal punto de que no dudaron en dejarlo en ridículo ante la opinión pública, el Presidente debería (en beneficio propio y de la ciudadanía) buscar un resquicio para despegarse de ciertas líneas de acción mostrándose firme e intransigente en algunas cuestiones aunque se traten de temas que terminan siendo decididos por otros estamentos u otros Poderes del Estado.
Su propio equipo ya le hizo saber que el apoyo que le brindan es muy limitado y sobre todo, está muy condicionado a que se muestre sumiso y funcional a la agenda de los poderes fácticos. Le resta, con suerte, el apoyo del sector de la ciudadanía crítica que se resiste a sucumbir a los proyectos populistas que emergen como alternativa en toda la región y que ya mostraron su potencial en las últimas elecciones.
Empero, si el Presidente quiere mantener ese respaldo, urge que proyecte algunas señales mínimas que se traduzcan en hechos concretos y discursos acompañados de acciones coherentes que muestren que, al menos esos escasos nichos que aún pueden aislarse de las fauces del crimen organizado y del populismo, recibirán atención prioritaria: salud, empleo, apoyo a emprendedores, educación.  
Los mensajes públicos y las líneas de acción política que se requieren en este momento, deberían ser motivados en beneficio de la Democracia Constitucional y estar cimentados en valores como la convicción, el patriotismo y la dignidad. Ahora bien, si el Presidente optó por resignar la dignidad (personal e institucional), igual debería tomar nota de los aportes críticos de la ciudadanía cuanto más no sea en su propio interés pues a este ritmo, queda claro que le será muy difícil completar su mandato. Es larga la fila de militantes históricos que están mejor entrenados para llevar adelante la agenda de los poderes fácticos y que no están dispuestos a esperar otros cinco años…
Sin el apoyo de la ciudadanía crítica que sigue apostando por la Democracia, mucho me temo que cuando emerja de las profundidades el Kraken con el que convive, al Presidente no le alcanzará con su disfraz de Batman y tal vez, deba acudir al Chapulín Colorado…
 

* Presidente de la Sección de Paraguay del IIDC y del Instituto Paraguayo de Derecho Constitucional

Fuente:

Fuente:

Marcial R. (02 de Noviembre 2023). ¿QUIÉN MANDA AQUÍ?. Medium. https://robertmarcialgonzalez.medium.com/qui%C3%A9n-manda-aqu%C3%AD-14a274241c8a